Durante años, las herencias fueron objeto de controversia. Generaron debates de todo tipo: desde los relacionados al mérito hasta los relacionados a aspectos éticos. Pero las discusiones se agigantaron en cuanto empezó a aparecer un fenómeno sin precedentes: dueños que decidieron legar sus acaudalados a sus mascotas.
Así vive hoy Choupette, la gata a la que el diseñador Karl Lagerfeld heredó toda su fortunaAsí como Choupette, la gata del diseñador Karl Lagerfeld recibió millones de euros tras la muerte de su dueño, Tomassino, un gato italiano, se convirtió en parte de la alta sociedad. Pero la historia del gato tiene un origen alejado de la vida exclusiva y llena de cuidados que siempre tuvo la gata de Lagerfeld.
La historia de Tomassino, el de gato abandonado a millonario
Los primeros años de vida de Tomassino no estuvieron rodeados de la gloria que lo caracterizó durante los últimos. El animal ni siquiera tenía una identidad antes de llegar a ganar los privilegios que lo rodearon. Es que Tomassino vivía en las calles, hasta que una acaudalada mujer millonaria lo rescató para convertirlo en su fiel compañero.
María Assunta era ya una mujer mayor cuando decidió adoptar al gato cerca de 2006 y sabía que, en cuanto ella no estuviera, no quedaría alguien a cargo del animal. En 2009, a sus 94 años, la mujer italiana decidió redactar su testamento con la asesoría de sus abogados Anna Orecchioni y Giacinto Canzona.
Dos años después, Assunta falleció y la odisea para el entorno de la mujer empezó, en particular para los letrados que se hicieron cargo de dar validez a la sucesión que había dispuesto.
Quién quedó a cargo de Tomassino, el gato millonario
La ley italiana establece que en la sucesión, los beneficiarios pueden ser todos los familiares de una persona hasta el sexto grado de consanguinidad. Por eso, cuando Assunta falleció, la justicia tomó parte para primero identificar si tenía parientes que heredaran su dinero y propiedades. Pero nadie apareció en la línea sucesoria.
Los millones de euros de la mujer no podrían ser administrados por el propio Tomassino, pero sí o beneficiarían directamente. La tutora que Assunta decidió dejar a cargo fue Stefania, la mujer que trabajaba para ella y que la había acompañado en los últimos años de su vida –al igual que Tomassino–, cuando ella ya estaba enferma.
Canzona explicó que se trataba de una gran herencia, pero herencia controlada al fin. Aunque muchas personas se comunicaron con los letrados para hacerse cargo del felino, finalmente el testamento se cumplió como Assunta había previsto. Según informó ABC News, Stefania y Tomassino se mudaron a un sitio no revelado, alejados de la exposición, para evitar posibles amenazas.